“La Bordadita” es la Virgen
Patrona del Colegio Mayor, y preside la Capilla con su nombre que está ubicada
al costado izquierdo del Claustro.
La imagen viste un manto en diamantes
y oro de singular belleza, que tejió la Reina Margarita de Austria. Así lo
atestigua el General Pedro Alcántara Herrán, en el tomo III del Papel Periódico
Ilustrado, p. 383:
“La iglesia que es de sencilla construcción, tenía el altar mayor, en el cual se veneraba a la Patrona del Colegio, en la imagen que para el mismo labraron las reales manos de Doña Margarita de Austria, y que era conocida generalmente con el nombre de La Bordadita”.
La capilla
Es una
construcción de gran valor histórico que ha sido el núcleo y corazón de la
Universidad. Su construcción surgió de la costumbre del Siglo XVI, de edificar
sin cesar iglesias, capillas y santuarios dedicados a la Virgen María en la
América Española, cuando por la Contrarreforma la devoción Mariana se convirtió
en el distintivo de los católicos frente a los protestantes.
La primera versión de la iglesia debió ser un oratorio levantado hacia 1553. En 1584 se dio al culto de la iglesia original bajo la advocación de Santo Tomás.
La capilla arquitectónicamente forma parte
integral del Claustro en su concepción original, pues fue construida con la
fundación del Colegio Mayor en el Siglo XVII, en honor a Nuestra Señora del
Rosario y fue inaugurada el 18 de diciembre de 1653.
Posteriormente en 1793, en gesto promovido por lo
que se podría llamar el Primer Congreso de Ex – alumnos Rosaristas, se
trasladaron a la Capilla los restos del Arzobispo Fundador que reposaban en la
Catedral Primada.
La Capilla fue dotada de una torrecilla “español
– californiana” en los años cincuenta, cuando el pintor Luis A. Acuña
reconstruyó el Claustro tras la alteración sufrida en el siglo XIX.
Interiormente, en los años sesenta, Germán Téllez
suprimió gran parte de la decoración implantada por Acuña en la nave de la
Capilla, pero no intervino en el exterior de ésta, ni en el Claustro. Hoy, la
Capilla guarda tesoros de devoción, de arte y de historia, y es considerada
patrimonio cultural colombiano.
La fachada
Esta joya de piedra, herencia del siglo XVII, da
a la Carrera 6a. El arco de ingreso se abre sobre un paramento liso enchapado en
1953 y está encuadrado por columnas con capiteles corintios.
El frontón, terminado en 1654, es de vuelta
redonda y presenta cinco figuras en barro cocido y estucado: la Virgen del
Rosario con el Niño en medio de Santo Domingo y Santa Catalina de Siena, y a los
lados Santo Tomás de Aquino y Fray Cristóbal de Torres, arrodillado.
La Archivolta, con el Ave María en latín, data de
1883, y las dos figuras laterales en piedra son de San Pío V. y San
Buenaventura, obra del Maestro Acuña en 1958. La puerta es la original, con
claveteado renacentista en bronce y una formidable cerradura del siglo XVII.
El coro
Conserva su estructura original, pues desde la
renovación volvió a quedar igual que en su fundación.
La Nave
Es de bóveda y testero plano y sus muros colosales construidos en mampostería
tiene cerca de dos metros de espesor. El artesanado actual es obra del Maestro
Acuña en 1953
El Altar
Este nuevo altar, diseñado por el arquitecto Germán Téllez, es un sobrio
monolito de piedra abuzardada, construido en 1971 para la celebración de la
liturgia frente al pueblo. Ostenta como única decoración el Escudo Rosarista de
Calatrava, según dibujo del Maestro Luis Acevedo.
El Retablo
La Bordadita ha cambiado varias veces de Retablo.
Se recuerda uno que Masústegui ordenó labrar pero desapareció en las guerras
civiles y otro neoclásico en madera imitando mármol, que Monseñor Carrasquilla
hizo construir y fue reemplazado por el actual.
Este retablo fue diseñado por el Maestro Acuña
inspirado en el barroco colonial y consta de dos cuerpos, un pedestal y tres
calles. Lo corona el escudo sostenido por ángeles y en el cuerpo superior
presenta un antiguo Cristo quiteño del siglo XVIII que hace un armónico conjunto
con las pinturas de la Dolorosa y el Apóstol San Juan, obras de Acuña.
En el centro se encuentra la imagen de La
Bordadita en un hermoso Marco Florentino, la cual fue descrita así por Ibañez:
“... de pie, sobre un pedestal en que se destacan caras de ángeles, el cuerpo
tiene la figura piramidal adoptada por los pintores de la Edad Media y está
cubierto por un vestido y una capa adornados con prolijas ornamentaciones.
Cubre su cabeza una corona de exagerado tamaño
para las dimensiones de la figura, sostiene en su brazo izquierdo al Niño,
también coronado, y en la mano derecha un cetro y un rosario.
En el fondo amarillo del cuadro bordó la
Reina...” (Crónicas.Tomo I Pag.199, Bogotá, 1951). La imagen de la Patrona
ostenta además la Cruz de Boyacá conferida por el Gobierno Nacional en el año
1953.
Bajo el cuadro se encuentra el escudo arzobispal
de Fray Cristóbal de Torres y en las hornacinas de las calles laterales se
aprecian las imágenes de Santo Tomás y San Buenaventura. En la calle central
está incrustado el Tabernáculo.
La Sacristía
Fue reconstruida en 1785 por el Rector Alarcón y Castro después de un terremoto
y fue nuevamente renovada en 1972.
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