Discípulo del célebre pintor santafereño Joaquín
Gutiérrez. No se conoce ningún pintor
distinto de García del Campo al servicio de Mutis antes de la creación de la
Expedición Botánica en 1783. Fue el primer criollo que aprendió de Mutis las
reglas para la ilustración de objetos de historia natural (plantas, pájaros,
insectos, reptiles, etc.). En la Primera Colección para Linneo
se remitieron un total de 19 dibujos; en la Segunda 13, y en el envío para el
Real Gabinete, 43. El nombre de García del Campo no figura en ninguna de
aquellas planchas, ni en la correspondencia de Mutis para Suecia o España, pero
está fuera de toda duda que tales trabajos son de su autoría. Los originales se
conservan en la Sociedad Linneana de Londres y en el Real Jardín Botánico de
Madrid.
Las copias que Mutis conservó en Santafé, junto con otras
muchas láminas de plantas elaboradas por García del Campo, se conservan en la
Colección Iconográfica mutisiana del Jardín Botánico de Madrid, reunidas con los
restantes materiales gráficos de la Expedición Botánica.
Linneo calificó de
«magníficas» las láminas de la Primera Colección. Todos estos dibujos son
monocromos, con trazos en tinta china y sombras a la aguada. Su estilo es sobrio
y de estricta intención científica. Las características de los trabajos que
acaban de mencionarse permitirán en un futuro identificar, datar y calcular el
trabajo que García del Campo realizó para Mutis con anterioridad a la creación
de la Expedición Botánica.
Castilleja fissifolia, por
ejemplo, fue grabada a partir de la plancha de García del Campo y del ejemplar
de herbario preparado en Nueva Granada por Mutis. Según Smith, Mutis «hizo este
diseño sin precisión [...] por lo que toca al labio inferior de la corola que en
nuestra imagen se halla representado con mucho mayor detalle que en la plancha
enviada por Mutis».
En el caso de Calceolaria perfoliata, su retrato fue elaborado «con base en el ejemplar colectado por Mutis y las partes de la flor fueron agregadas a partir de la representación [enviada por] Mutis [y que había sido elaborada por García del Campo], ya que aquellas partes no estaban muy bien detalladas en el ejemplar seco». Por otra parte se sabe con certeza que García del Campo pintó para Mutis «periquitos», «cascabelitos», «escarabajos», etc.
En el caso de Calceolaria perfoliata, su retrato fue elaborado «con base en el ejemplar colectado por Mutis y las partes de la flor fueron agregadas a partir de la representación [enviada por] Mutis [y que había sido elaborada por García del Campo], ya que aquellas partes no estaban muy bien detalladas en el ejemplar seco». Por otra parte se sabe con certeza que García del Campo pintó para Mutis «periquitos», «cascabelitos», «escarabajos», etc.
Solía utilizar técnicas diferentes según tratara de
representar plantas o animales; tinta sobre papel para las primeras, óleo sobre
lienzo para los segundos. No se ha identificado hasta la fecha ningún óleo suyo
de tema zoológico. Todas estas realizaciones prueban el protagonismo de García
del Campo en la preparación de la iconografía mutisiana, nacida mucho antes que
la Expedición Botánica.
Así, la obra García del Campo se erige como un precedente de valor inestimable a la hora de estudiar los orígenes de la iconografía de la Expedición Botánica, en la que también desempeñó García un papel de primer plano.
Así, la obra García del Campo se erige como un precedente de valor inestimable a la hora de estudiar los orígenes de la iconografía de la Expedición Botánica, en la que también desempeñó García un papel de primer plano.
El 15
de diciembre de 1784, fue nombrado pintor de cámara de Caballero y Góngora,
conocido por su espléndida pinacoteca. Aparte de su trabajo que acaba de
identificarse más arriba, dejó estampada su firma en un centenar de láminas para
la Expedición Botánica, casi todas ellas en color. También cultivó con éxito la
pintura religiosa. En la catedral primada de Bogotá se conservan algunas de sus
obras, la Anunciación y la Alegoría del bien y del mal o Inmaculada eucarística
(1781). En el Museo de Arte Colonial se conservan sus retratos de los virreyes
Francisco Gil de Tabeada Lemos (1733-1807) y Antonio Caballero y Góngora
(1723-1798). En el género del retrato su mejor obra fue realizada en 1801 y
representa a Mutis vistiendo la beca del Colegio Mayor del Rosario.
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